Ya sé que no os lo vais a creer, pero he tenido que comprarme una libreta nueva porque la anterior no me dejaba escribir ni una sola palabra.
Cada vez que... iba a hacer deberes se reía a carcajadas.Entonces le pregunté:
-¿Qué te pasa?
- Que me haces muchas cosquillas con la punta del lápiz -respondió ella.
- ¿Y si te hago un dibujo con ceras, que son blanditas?
- Vale -dijo.
- Serás mi libreta de dibujos.
Érase una vez una libreta que tenía cosquillas que vivía en el cuarto de Irene. Un día Irene fue a pintar en la libreta y sin querer le hizo cosquillas. Irene pensó que se reía de ella y se enfadó tanto que decidió tirarla a la basura.
La libreta tan triste fue andando y andando hasta que llegó a una casa donde vivía un niño que sólo pintaba con ceras, y se quedó con él.
Cuentos de Marta García
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