Nacho se despistó de la manada y se perdió en la selva. Luego empezó a llover. Nacho, que es un cahorro de león, se refugió en una cueva, luego se quedó dormido.
A la mañana siguiente cuando despertó se encontró cuatro chuletas de cebra y descubrió que su familia estaba allí.
Cuento de Marisa Martín Rodriguez
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