
Cenicienta tenía un padre y la madre se murió y el padre se casó con otra mujer malvada que tenía dos hijas tan malvadas como ella. Al poco tiempo, el padre también murió. La madrastra le obligaba a limpiar.

Después vino una carta del castillo. Cuando Cenicienta se quedó en casa, vino un hada y la vistió para el baile. Cuando el príncipe la vio le dijo que si quería bailar, entonces, bailaron.
Cenicienta se fue a casa, pero se le cayó un zapato. El príncipe dijo que la buscaran, pero no la encontraron. Cuando fue a la casa de Cenicienta y se lo puso, le quedó bien y se casó con el príncipe.
Cuento de Lucía Segura Ortega (I Premio Concurso)